Como lo tiene "la competencia"

Empecemos por la Traspirenaica española con un porcentaje superior a un 30% de asfalto (y subiendo) y con pocas posibilidades de reducirlo. Para ello o bien se recurre a la practica del senderismo porteando nuestras monturas cerca de las cumbres para enlazar collados, ideal para avezados montañeros y bikers radicales, o se transita por anodinas pistas mas humanizadas por el fondo de los valles, lo cual aleja del ambiente de la montaña y no satisfacera al ciclista de montaña medio. Existen ya muy pocas posibilidades de variantes a su trazado para un publico normal. La Transcantabrica, o cualquier ruta con el objetivo de atravesar longitudinalmente esta cordillera, tendrá una cuestionable ciclabilidad. Su húmedo clima asegura zonas de barro perenne, que por la naturaleza del terreno además es pegajoso. También hiriente vegetación que se empeña en invadir los viales. Para evitarlo frecuentemente terminan hormigonandose lo que ofrece un brusco contraste. La orografía posibilita brutales desniveles a cualquier altura sobre el mar y empujar la bicicleta y portearla son prácticas muy frecuentes ya que además los collados por donde no transita la escasa población en sus quehaceres diarios son literalmente absorbidos por la vegetación y sus caminos culminan difuminándose en sendas de ganado. Los abundantes minifundios dificultan enlazar unos caminos con otros sin caer en el furtivismo de la transgresión de la propiedad privada. Puede ser todo un reclamo para los ciclistas de montaña mas aventureros pero, ¿en serio es lo que seria deseable para alguien que quiera hacer una RELD sin problemas? Normal que triunfe el anodino y asfaltado camino de Santiago. Quizas no los mas avanzados ciclistas de montaña ni los oriundos del lugar, hechos de una pasta especial, pero si muchas personas normales que realizan estas míticas rutas, terminan haciendo del asfalto su habitual vía de escape ante su dureza. Normal si su trazado no puede evitar una kilometrada por asfalto haciendo una buena media y de repente te quieren meter por semejantes caminos… El asfalto es un caramelo muy apetitoso pero rompe la magia, ridiculiza el esfuerzo de quien si pretende evitarlo y rodarlo justifica su existencia y que se siga asfaltando. No queremos explayarnos sobre nuestra experiencia en zonas de la península al sur del SC. Ha representado una gran sorpresa por alguno de sus bellos rincones que en ocasiones nos han hecho pensar si no estábamos en alguna zona de la mencionada cornisa cantábrica o del Pirineo y que tampoco la tienen nada que envidiar… siempre y cuando no se realicen mas allá de Semana Santa lo cual significaría todo un ejemplo de masoquismo ya que peca de un clima excesivamente caluroso desde nuestro punto de vista.

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